Mi primera lectura de préstamo
bibliotecario desde que estaba en la Universidad
Hace dos semanas me saqué el
carnet de la Biblioteca
municipal de mi localidad vecina. Desde que dejara de ser estudiante
universitaria no me sacaba ningún carnet bibliotecario ni sacaba libros en
préstamo. Pero una tarde tras visitar a dos amigas enfermas en sus domicilios,
pasé andando frente a la biblioteca en dirección a mi coche y me dio por
entrar. ¡Los libros me llamaron desde las estanterías! Comprobé con sorpresa
que habían ampliado muchísimo el catálogo desde la última vez que había estado
merodeando por esa biblioteca y finalmente opté por preguntar por los
requisitos para sacarme el carnet. En pocos minutos ya lo había tramitado y
podía hacer uso de él ese mismo día. Perdí mi vista entre los libros de las
estanterías y, de repente, me detuve en uno muy grueso con una portada muy
llamativa de flores y la figura de un aparente escritor visible desde una
ventana, concentrado en su escritura (una imagen con la que me sentí muy
identificada). Lo saqué de entre los demás y pude leer que había sido el PREMIO
PLANETA 2016 y era el famoso libro de Dolores Redondo: Todo esto te daré.
Sin pensarlo dos veces, me dirigí
con él al mostrador. ¡Ya tenía nueva lectura entre manos! Abrí sus páginas,
sentí el aroma de sus hojas, acaricié su portada y una sonrisa amplia se esbozó
en mi rostro. ¡Hazme volar y llévame al nirvana de mi pasión! – le pedí
secretamente y en silencio-. Esa misma noche lo empecé a leer. Desde aquí animo
a todos mis vecinos/as y amigos/as a acercarse por la biblioteca (aunque
esperen porque ahora mismo está en obras, hoy lo comprobé cuando me disponía a
devolver el libro) y a deleitarse con la magia de perderse entre las páginas de
un libro.
Ayer domingo 11 de marzo lo
acabé. Les dejo unas simples notas (no voy a hablar nada de la trama del
libro).
En primer lugar, he de decir que
cumple con las tres reglas que ha de cumplir cualquier obra artística incluidas
las literarias: 1) Interesar 2) ilustrar y 3) entretener. Por lo que su lectura
está más que recomendada.
La autora, Dolores Redondo, donostiarra que ahora
mismo tiene 49 años por lo que cuando ganó el Premio Planeta con esta obra
contaba con la edad de 47 años. Estudió Derecho y Restauración gastronómica, y comenzó a
escribir relatos cortos y cuentos infantiles, hasta que en 2009 publicó
su primera novela, “Los privilegios del ángel”,
en la que ahonda en las implicaciones que la muerte puede tener en la vida de
los que se quedan, analizada a través de la amistad de dos niñas. Su segunda novela, “El guardián invisible”,
escrito dos años después, fue clave para su trayectoria como
escritora. Tras su publicación, ese mismo año en la Feria del libro de Frankfurt la editorial Destino, y después media docena de editoriales
internacionales, compraron los derechos de
publicación de la obra. El éxito fue tal que incluso el interés
por la obra llegó del cine. Así, la productora NadCon compró los derechos para
producir una película basada en la novela.
Película que ya vi en el cine y que disfruté muchísimo. La vi junto a quien por
ese entonces era mi pareja, que trabajaba de agente judicial y pese a que él
(como profesional en la materia que era) vio muchos fallos (a la hora por
ejemplo de encontrar un cadáver), para mí fue una película bastante fiel al
libro y que me satisfizo muchísimo.
“El
guardián invisible” inicia la trilogía del Baztán, continuada en 2013 con
“Legado en los huesos” y, a la que le sigue Ofrenda a la tormenta, publicada en 2014.
Yo me había
leído el primero de la trilogía del Baztán y me enganchó, pero aún no me he
leído los otros dos. Tras una pausa para leer sobre otras temáticas
(antropología socio cultural – Introducción a la antropología socio cultural y
Una antropóloga en la Luna-
y coaching- El arte de soplar brasas-) retomaré la lectura con el segundo y
tercer libro de la trilogía del Baztán.
Volviendo al
tema que nos ocupa sobre el libro de Todo esto te daré y comparándolo con el de
El guardián invisible, he de decir que noté que la autora tiene sus propias
reiteraciones cuño personal. Y viene ahora el momento en el que me doy cuenta
de que mi memoria no es la misma que cuando tenía quince años menos pues no
recuerdo cómo se llama a la figura literaria y herramienta que también se usa
en el cine cuando un autor repite elementos en sus obras. Por ejemplo, en las
películas de Alfred Hitchcock siempre aparecía un acusado que no era culpable y
durante toda la trama de la película debía demostrar que no era el verdadero
culpable. O, por ejemplo, en los libros de Laura Norton se reitera la figura de
un enano pelirrojo en todos sus libros. Así como en los de E.J. JAMES de la
famosa trilogía de Grey, Anastasia se muerde el labio inferior con pasión y
esta escena te cansas hasta de leerla en los libros. Esto tiene un nombre, pero
ahora no lo recuerdo. El caso es que la autora reitera adjetivos como: estaño,
plomizo, cauterizante y sustantivos como barrena o el verbo horadar (entre
otras reiteraciones). Además de la imagen del cielo plomizo y el olor de la
lluvia. Cierto es que la autora consigue que te sientas en Galicia, recorriendo
sus paisajes verdes y sus calles mojadas por la lluvia eterna.
Dolores
Redondo es en esta obra descriptiva hasta la extenuación en cuanto a las
escenas, no deja nada a la imaginación. Pero me faltó que dotara de más
carácter a los personajes. Siento que cae en el maniqueísmo con ellos,
cincelándolos de manera dúctil y difusa en sus rasgos más personales.
De los
personajes que me impactaron, he de señalar al Inspector Nogueira y su historia
personal, sobre todo a partir de la página 425.
Una frase del
libro con la que me quedara por ser tal vez clave de bóveda de toda la trama
está en la página 531: << Vive tu vicio de modo discreto,
sin que nadie se entere y cásate con una chica de buena familia >>.
Eso sí, me pasé toda la lectura haciendo pausas (como con los libros de
Antonio Gala) para buscar el significado de palabras en el diccionario. Tales
como proscenio (lugar del antiguo teatro
griego o latino que estaba situado entre la escena y la orquesta. Parte del
escenario del teatro que está situada más cerca del público), brontofobia (es una condición en la que el
individuo experimenta un miedo extremo a los relámpagos y los truenos) y
aprendí que la perífrasis volvió a llamar ya no lleva la “a” sino que según las
nuevas reglas de la RAE
se omite la a. Manuel volvió llamar…
Resumiré lo que ya se puede
leer en epílogos por Internet, sin ser spoiler:
El escritor madrileño Manuel se
entera -a tan sólo quince días de la fecha límite de entrega de su última
novela- de que su marido, Álvaro, que le había dicho que estaba en Barcelona,
ha muerto en la Ribeira Sacra
gallega, tras un accidente de coche. Rápidamente se traslada al lugar, para
identificar el cuerpo y asistir al funeral.
Una vez allí descubrirá que el
difunto pertenecía a una familia noble, los Muñiz de Dávila, y poseía una
fortuna de la que le ha nombrado único heredero. Aunque en un principio Álvaro
quiere renunciar a todo, y huir del lugar, por el rechazo de su familia
política. Pero Nogueira, un guardia civil jubilado, y Lucas, un sacerdote amigo
de su marido, le pondrán tras la pista de que hay gato encerrado en el
fallecimiento de este último.
Hay muchos paralelismos en
cuanto a los modos de escritura con El guardián invisible pues en muchos
personajes vi a Amaia, con sus secretos ocultos del pasado. Además de la
ambientación escénica tan similar.
La novela refleja que no todo
es lo que parece ser incluso en personas que amamos y creemos conocer bien.
También, la hipocresía de nuestra sociedad que aparentemente acepta a los
homosexuales pero los condena secretamente, critica ferozmente los abusos de
poder, el clasismo y grita la realidad de muchas personas que cargan en sus
espaldas pesadas mochilas con traumas infantiles.
Sin duda alguna, recomiendo su lectura.
Disfrutarás y aprenderás muchísimo.
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