El hombre del norte
Ayer fui al cine, hacía mucho tiempo
que no frecuentaba las salas de Multicines X-Sur (antiguos Gran Sur), ¡mis
favoritos en el sur! Las clases y exámenes de francés en la Escuela Oficial de
Idiomas y mi trabajo me dejaban poco tiempo para uno de mis hobbies favoritos.
Vi ‘El hombre del norte’ (interpretada
en su vida de adulto por el apuesto Alexander
Skarsgård, claramente vikingo en sus orígenes reales si indagamos en su
biografía), ¡me
encantó! Ya saben que soy una fanática de la cultura vikinga y de las leyendas
nórdicas y esto unido al magistral guion (¡realmente es pura poesía!) y fastuoso
reparto—
Nicole Kidman, Willem Dafoe, Ethan Hawke, Claes Bang, Anya Taylor-Joy la
actriz de la popular serie de Netflix ‘Gambito de dama’ — de esta gran obra del séptimo arte,
convirtieron mi tarde de cine en un momento más que placentero. ‘El hombre del norte’ está basada
en una leyenda vikinga que, a su vez, inspiró a Shakespeare para Hamlet. Es una
película de suspenso y drama histórico épico dirigida por Robert Eggers, con un
guion coescrito por el poeta y novelista islandés Sjón, esto se refleja
muy bien en las escenas en que los actores hablan con la cadencia de quien
recita un poema.
No debería sorprender que ‘El hombre del norte’ se desmarque de
cualquier otra película de vikingos. Ciñéndose, como siempre, a la precisión
histórica, pero mezclando lo realista con lo fantástico —especialmente durante las inmejorables secuencias de alucinaciones y sueños—, lo que ha hecho Eggers con esta película
es desarrollar una intensa historia de venganza, sin ocultar lo barbárica,
sangrienta y brutal que era la vida en aquella época para estas personas. Es
por eso que, a pesar de contar con un mayor presupuesto y con más actores que
en sus dos películas anteriores, 'El hombre del norte' no se siente como un blockbuster tradicional.
‘El hombre del norte’ comienza de
manera similar a 'Hamlet', pero felizmente se va diferenciando cada vez más de
la obra de Shakespeare mientras va avanzando. En el prólogo, vemos a un joven
príncipe Amleth viviendo en relativa paz en su pueblo, con su madre, la Reina
Gudrún (Nicole Kidman), y cuando regresa de sus aventuras,
también con su padre, el despiadado Rey Aurvandil (Ethan Hawke).
Desgraciadamente, su tío, Fjolnir (Claes Bang;
¡gran nombre!) quiere usurpar el trono, por lo que asesina al rey, dejando al
chico por muerto.
Años después, un Amleth ya adulto (Alexander Skarsgård) ha encontrado a una nueva familia,
dedicándose a la violencia y las redadas. No obstante, no ha olvidado la
promesa de venganza que se hizo a sí mismo: rescatar a su madre, vengar a su
padre, y matar a Fjolnir. Y cuando se le presenta la oportunidad, logra viajar
a Islandia (por cierto, ¡menudos paisajes!), haciéndose pasar por esclavo, para trabajar en la granja de su tío.
Es ahí donde conoce a la sensual cual valquiria Olga (Anya Taylor-Joy),
de quien se enamora, y quien lo ayuda a planear el asesinato de su nuevo jefe,
para que luego puedan escapar libres y, con algo de suerte, acompañados de
Gudrún, quien ¿felizmente? sigue viva.
Esta interpretación verosímil de los vikingos también se ve reflejada en el trabajo de personajes. 'El hombre del norte' es una historia interesante porque no está poblada por héroes y villanos; la moralidad de los personajes es relativa, y nada es presentado en blanco y negro. Amleth es nuestro protagonista únicamente porque no es tan salvaje como sus enemigos, pero eso no quiere decir que sea una figura heroica. Igual es capaz de asesinar despiadadamente, y está tan enfocado en la venganza, en el odio, que muchas veces comete errores o toma decisiones que podrían costarle la felicidad o, al menos, la tranquilidad. Una escena en particular, en donde su madre le revela una verdad inesperada, sirve para esclarecer las diferentes perspectivas que estos personajes pueden tener de los mismos eventos, y para terminar por confirmar que nadie en esta película es totalmente bueno o totalmente malo.
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