Acabo de terminar de leerme 'Kafka en la orilla' de Haruki Murakami. Ya saben que este año 2023 he decidido leerme todos los libros de este escritor japonés que me fascina.
Kafka Tamura decide irse de su hogar familiar el mismo día en que cumple 15 años. En este punto, veo mucha influencia de Salinger con 'El guardián entre el centeno' (novela que Murakami leyó y adoró desde el primer momento, según dijo en una de las escasas entrevistas que hay de él por internet).
Según la editorial Tusquets editores la sinopsis de la novela reza así:
«Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. Le llevan a ello las malas relaciones con su padre –un famoso escultor convencido de que su hijo repetirá el aciago sino de Edipo– y el vacío producido por la ausencia de su madre; se dirigirá al sur del país, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a la misteriosa señora Saeki. Sus pasos se cruzan con los de otro personaje, Satoru Nakata, sobre quien se ha abatido la tragedia: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un accidente del que salió con secuelas y dificultades para comunicarse… salvo con los gatos.»
La novela, del género de realismo mágico, tiene 49 capítulos y 714 páginas. Es por esto que este mes sólo me he leído este libro en español. En el mes de abril me leeré otro de Murakami de más de 700 páginas también por lo que igualmente sólo leeré un libro en español durante el mes de abril (porque son muy gordos y equivalen a dos novelas de aproximadamente 300 páginas). Volviendo a 'Kafka en la orilla', vemos que Murakami narra la historia de Kafka Tamura en los capítulos impares y de Nakata en los pares.
Esta novela adentra profundamente en el realismo mágico sin abandonar los lugares cotidianos y realistas del Japón contemporáneo al que ya nos tiene acostumbrados en todas sus novelas. Por momentos es totalmente caótica, absurda y KAFKIANA, de ahí la idoneidad de su título y del nombre del protagonista (máxime cuando Kafka significa en japonés cuervo, y ya verán que hay un personaje llamado Cabeza de Cuervo que tiene un simbolismo muy fuerte en la novela pues al final es el alter ego de Tamura).
Este es un libro sobre la vida, sobre el crecimiento y sobre el dolor. Pero también es un libro que nos explica que es imposible hacer esto solos. Tanto Kafka como Nakata crecen como personajes al conocer a otros que los ayudan en sus viajes y es mediante su interacción con otros personajes que ambos crecen y empiezan a avanzar en sus respectivos viajes.
Kafka en la orilla es un libro que cuenta dos historias paralelas, pero relacionadas. Por un lado tenemos a un joven al que llamaremos Kafka Tamura. Kafka es en realidad un seudónimo inspirado en el autor del mismo nombre. Por el otro lado tendremos a Satoru Nakata, un anciano que tuvo una vida normal hasta que un misterioso accidente le generó problemas de desarrollo (a nivel cerebral) que hacen que hoy en día le cueste comunicarse con otras personas.
El viaje de Kafka descubre cuando su padre se obsesiona con una profecía en la que el joven Kafka lo matará y se casará con su madre. Al igual que en el mito de Edipo, Kafka huye de su hogar y empieza un viaje por Japón para encontrarse a sí mismo y también lograr escapar de su «destino» y de un padre que parece no tenerle mucho cariño (en parte por esta profecía).
La madre de Kafka les abandonó a su padre y a él cuando este era un bebé, la madre se fugó con su hermana y nunca más regresó. Kafka creció con este trauma de abandono materno y su padre le infringió el complejo de Edipo con esa absurda profecía de la que siempre le hablaba. Kafka claramente odiaba a su padre por como éste lo maltrataba psicológicamente desde que era un bebé.
«Quiero que te acuerdes de mí. Si tú me recuerdas, no me importará que el resto del mundo me olvide.»
Es en este viaje que Kafka conoce a una joven llamada Sakura con la que tiene una breve relación de amistad. Sin embargo, ni el mismo Kafka está seguro de que Sakura no sea su hermana perdida, por lo que se da una dinámica un poco extraña entre ellos dos (hay una tórrida escena en la que Sakura masturba a Kafka y cuando tú como lector piensas en la posibilidad de que sea verdaderamente su hermana sientes un profundo rechazo hacia esa escena).En este punto, Kafka encontrará una pequeña biblioteca privada en Takamatsu. Aquí será recibido por el bibliotecario (Oshima) y la gerenta de la biblioteca (la señora Saeki), con quien también pasarán escenas subidas de tono.
La trama de Kafka pasará en esta biblioteca mientras intenta acercarse a estos personajes, a la misma vez hace un viaje introspectivo para descubrirse a sí mismo y entender sus propios sentimientos.
Como se habrán imaginado Kafka es un joven muy triste e introvertido y es mediante la interacción con estos personajes (y las obras literarias que lee en esta biblioteca) que poco a poco empezará un proceso de terapia en la que se conocerá a sí mismo, empezará a entender su vida y su lugar en el mundo.
Este lado del libro es un viaje de crecimiento, como en muchos otros libros del autor, y podremos ver cómo las grandes inseguridades típicas de la adolescencia empiezan a aflorar en Kafka, haciendo que todo este proceso sea mucho más interesante y disfrutable. Además, como telón de fondo tendremos la profecía y la historia familiar del protagonista donde poco a poco empezaremos a descubrir algunos secretos ayudados por el lado más mágico de este libro.
«Los ojos no pueden cerrarse. Cerrarlos no soluciona nada. Por más que los cierres, no desaparecerá el problema. Al contrario, cuando vuelvas a abrirlos, las cosas habrán empeorado aún más.»
Por el otro lado, tendremos la trama de Nakata. Como dije antes, Nakata sufrió un accidente siendo un niño y este accidente le dejó graves secuelas. Es muy interesante como Murakami describe al personaje de Nakata porque en ningún momento te lo explica como una persona con síndrome de down o con algún tipo de síntoma similar. Murakami literalmente dice que a Nakata le cuesta entender cosas, le cuesta comunicarse con otras personas y «es medio tonto». Esto hace que sea un personaje extremadamente inocente (a pesar de ser un anciano) y a la hora de interactuar con otros personajes parezca un niño.
Sin embargo, el accidente que sufrió en su niñez le dejó otra secuela: La posibilidad de hablar con los gatos. Esta curiosa habilidad hace que Nakata se pase mucho tiempo hablando con los gatos callejeros de su barrio y utilice estas habilidades para encontrar a los gatos perdidos de sus vecinos. Sin embargo, esta línea de trabajo le hace chocar con la maldad del ser humano, pues hay un extraño hombre que está haciendo desaparecer a los gatos secuestrándolos y posteriormente torturándolos. Me hizo mucha gracia que el personaje se llamara Johnnie Walken, como el whisky pero con N al final.
Esta primera parte de la trama de Nakata no sólo nos presenta al personaje sino que nos muestra su evolución desde que es un niño hasta que es un adulto. Es imposible no encariñarse con este anciano y su hermosa relación con los gatos del barrio. No obstante, Murakami juega una carta de lo más interesante a los pocos capítulos de haber empezado el libro. Aquí Nakata deberá enfrentarse al misterioso hombre que secuestra gatos y el final de este enfrentamiento es de lo más traumatizante para el personaje (y lamentablemente para el lector). Creo que Murakami quiso dejar extremadamente claro que este libro tendrá un antes y un después en la vida de Nakata y para hacerlo era necesario mostrar algo que le afectara. Sin embargo, creo que exageró un poco y terminó creando una escena que puede perturbar no sólo al personaje, sino también al lector.
«Y sólo una persona que haya sido discriminada sabe lo que eso representa y lo profundamente que hiere. La herida es diferente en cada persona y en cada persona deja una huella distinta.»
La segunda parte de la trama de Nakata lo envía en un viaje a cumplir una misión mística. Aquí será acompañado por un joven camionero llamado Hoshino. Si bien los dos personajes son extremadamente opuestos, Hoshino y Nakata terminan congeniando y el joven está dispuesto a dejar de lado su trabajo para ayudar a que el anciano pueda cumplir su viaje y su misión.
Kafka en la orilla es uno de los libros donde Murakami realmente se mete de lleno en el realismo mágico y donde muchas de las situaciones que viven los personajes no tienen una explicación lógica (ni tampoco fantasiosa como sería en una novela de fantasía). Aquí pasan cosas asombrosas «porque sí» y es parte de este viaje al que nos invita el autor, un viaje donde pueden pasar cosas normales o perfectamente puede empezar a llover peces o sanguijuelas del cielo. Este tipo de detalles más mágicos o metafísicos hacen que uno nunca tenga idea de por dónde puede ir la historia y quede prendado del narrador para que nos siga guiando por este viaje.
Para mí ha sido una lectura muy amena, grata y entretenida. ¡Me encanta que una novela me haga volar y me lleve a mundos de fantasía alejados de la dura realidad actual! Leer 'Kafka en la orilla' es como fumarte un peta de sátiva y morder hongos alucinógenos al mismo tiempo. Tienes que estar dispuesto a dejarte llevar por el realismo mágico del narrador (autor) y dejarte seducir hasta alcanzar el clímax del placer al entender el mensaje del libro al final.
En Los Gigantes, a domingo 19 de marzo de 2023.
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