Vivimos en la Dictadura de la Happycracia. Donde nos molesta escuchar a alguien que a la pregunta de cómo estás (que casi nunca es sincera sino políticamente correcta) te responda: "No estoy bien". Rápidamente, le damos mil razones para invalidar sus sentimientos y emociones sin escucharle activamente y con empatía. Rige más la ecpatía.
Es obligado ser feliz, ser siempre capaz, estar siempre contento/a y sonriente. No obstante, el humano por dentro es como la Naturaleza por fuera: variable. En nuestro 🧠 cerebro se producen mil alteraciones químicas; cambios hormonales, afectación por falta o exceso de vitaminas y/o minerales, cambios en la serotonina,endorfina, dopamina u oxitocina, exceso de cortisol por stress sostenido durante largo tiempo (que genera la enfermedad crónica del distrés).
¡Somos humanos/as! Tratémonos como tal ❣️
Gracias a @alejandrosanz por este post tan liberador y humano. Ojalá todo vuelva a colocarse en su sitio en tu vida y puedas volver a sentirte bien ❤️🩹 Partiendo de la base de que en nuestros días siempre habrá días malos, pero no es normal sentirse siempre bien al 100% ni sentirse siempre mal e incapaz de asumir la jornada por tu depresión (que es una enfermedad que existe y muchas veces nos la genera el ritmo de vida que llevamos).
Leí una vez algo, en un libro titulado La Happycracia, que decía así :
<< El mejor sistema de esclavitud será aquél en el que los esclavos/las esclavas lo sean sintiéndose felices por ello y sin cuestionarse jamás nada>>.
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