El abandono de un padre hacia sus hijos/as es, científica y estadísticamente, más frecuente que el de una madre que abandone a sus hijos/as.
Por fortuna, los padres de las nuevas generaciones tienen más
presencia en la vida de sus hijos/as que los antecesores. En parte, porque en
la mayoría de casos las custodias compartidas han ayudado mucho a esto, por
triste que parezca. En el programa de podcasts “Malas madres” (puedes
escucharlo en Spotify o en YouTube, en todo caso te pondré link a pie de página)
hay toda una serie de testimonios de madres divorciadas y/o separadas que dicen
que han podido conciliar su vida laboral y familiar solo gracias a su
divorcio/separación y acuerdo/sentencia de custodia compartida (una semana en
casa de Papi y otra semana en casa de Mami). Porque antes de llegar a esto,
ellas absorbían toda la carga familiar y doméstica, pese a que al igual que su
pareja masculina trabajaban fuera de casa y traían también dinero a casa.
Quienes engrosamos las listas de madres solteras, no porque
lo hayamos escogido sino como consecuencia de la violencia machista, no hemos
tenido más remedio que tirar nosotras solas del carro. Y, créanme, es lo más
duro y difícil de este mundo.
Otro tema es la estafa del capitalismo y la falsa liberación de la mujer cuando pudo, al fin legalmente en España, incorporarse al mercado de trabajo. No lo hicieron por liberar a las féminas del yugo de la casa, los hijos/las hijas, las tareas domésticas, … Absolutamente todas acabaron trabajando y asumiendo también la casa, los hijos/las hijas, las tareas domésticas ellas solas. Nos vendieron la moto de que la mujer necesitaba salir a trabajar, pero no por nuestro bien mujeres, no nos equivoquemos, sino por el bien del sistema capitalista que había que sostener. Si los hogares no tenían dinero, no podían consumir, punto pelota. Y se trataba de eso: de ganar adeptos a préstamos, hipotecas, de ganar gente que comprara electrodomésticos de última generación, dos o tres televisores por hogar, teléfonos, coches, … Se trataba de mantener la sociedad del consumismo y capitalismo exacerbado. No de fomentar la igualdad ni los derechos de las mujeres (porque deberes ya teníamos más de los que podíamos soportar, como siempre). ¿Por qué creen que, en los anuncios de lavadoras, lavavajillas, friegasuelos, etcétera, nunca salía un hombre sino todo eran mujeres? ¿Por qué creen que jamás hicieron políticas para educar a los hombres en que, si los dos géneros trabajaban fuera de casa, los dos tenían que compartirse las tareas del hogar y cuidados de los hijos/as? ¡No interesaba! El machismo y los roles tradicionales del patriarcado, ésos que las Tradwifes (El movimiento tradwife alude a mujeres de clase media o media alta que siguen la antigua división sexual del trabajo, con tareas y roles bien definidos para ambos géneros: la mujer como ama de casa, cuidadora del hogar y a cargo de la crianza; y el hombre como proveedor económico. Fuente: https://www.clarin.com/internacional/tradwife-puntos-oscuros-tendencia-resaltan-ballerina-farm-roro-bueno_0_YkB8AdtrEh.html) tienen ahora tanto empeño en recuperar y que involucionemos todos/todas como sociedad, les venía bien a los que regían todo en la sociedad: los hombres.
A lo largo de mi carrera profesional como administrativa
contable y de Recursos Humanos he observado, año tras año, cuando toca entregar
el modelo 145 de declaración de datos personales para el Impuesto de la Renta
de las Personas Físicas (IRPF) que la gran mayoría de hombres no sabe en qué
año nacieron sus hijos. Solamente he tenido constancia de una mujer que no
supiera en qué año nació su hijo (curiosamente, coincide que a esta mujer un
juez de familia le quitó la guarda y custodia de su único hijo y la ostenta el
padre biológico). No es normal que no sepas en qué año nació tu hijo/a, seas
hombre o mujer. Esto dice mucho de la implicación que tienes en el cuidado a
tus hijos/hijas y de la corresponsabilidad vital en el hogar familiar.
Yo misma tengo muchos patrones familiares (ya saben, ese tema de las constelaciones familiares) que romper (lucho por no ser una mujer machista, diariamente), pero estoy muy orgullosa de los hombres y padres en que se han convertido, por ejemplo, mis dos hermanos. ¡Ellos sí que han roto los patrones familiares del árbol genealógico! Siendo padres absolutamente presentes y corresponsables en las tareas del hogar y cuidado de las hijas. Siempre los pongo de ejemplo de buenos referentes masculinos a mi hijo. ¡Estoy tan orgullosa de ellos! Y ellos precisamente son la esperanza de un mañana mejor, en el que ya no haya padres ausentes, pero claro, mis dos hermanos tienen educación superior (esto, discúlpenme, pero influye mucho), han madurado con sus relaciones de pareja y han salido del pueblo en que fuimos criados (aunque luego volvieran, pero han salido para estudiar y esto influye mucho porque abre la mente de la persona). Educar a toda una sociedad, que la mayoría de veces no tiene ni estudios secundarios, es una tarea colosal. Hay que partir de cero, explicando el mismo concepto de CORRESPONSABILIDAD e incluso el de IGUALDAD ENTRE GÉNEROS. Por esto mismo, pienso que los ayuntamientos deberían aportar su granito de arena fomentando talleres de NUEVAS MASCULINIDADES (a las que pertenecen, por ejemplo, mis hermanos). Estos hombres corresponsables no se construyen de la noche a la mañana, lleva un proceso y en estos talleres se puede ayudar mucho a muchas familias y centros de trabajo.
Dejo por aquí la idea y me marcho lentamente…
Link al programa de Spotify del Club de las Malasmadres.
https://open.spotify.com/show/14YGS4nlalNT6WSZo4WDRQ?si=65c4c03cbd82481b
En la página de su canal de YouTube podemos leer:
<< El Club de Malasmadres es una comunidad emocional 3.0 de madres con mucho sueño, poco tiempo, alergia a la ñoñería, con ganas de cambiar el mundo o al menos de morir en el intento…
Nace hace dos años (en 2012) en una cuenta de twitter @malasmadres con el objetivo de desmitificar la maternidad y romper el mito de “la madre perfecta”. Laura Baena, su fundadora, sintió la necesidad de compartir su visión de una maternidad real, que reivindicase un nuevo modelo social de madre. Madres que luchan por no perder su identidad como mujer y que se ríen de sus intentos fallidos por ser madres perfectas. De un sentimiento individual a conectar con una necesidad social y convertirse en un movimiento tendencia que con mucho sentido del humor rompen estereotipos. Una comunidad que aglutina ya a más de 750 mil madres en redes sociales y que se ha convertido en altavoz de una generación, con una lucha común: la conciliación.>>
Ana Naira Gorrín Navarro.
En Los Gigantes, a lunes 12 de agosto de 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario