EN MI CAMINAR...
En mi caminar, con los hombres que me he cruzado
te quiero aquí contar:
Con un bohemio soñador, músico por el Sol amado
de libertad y amor me colmó, despierta me hizo soñar
y en mi adolescencia el amor temprano me fue a abrazar
¡¡llena de tanta libertad, por el mundo viajar!!
Todas las ilusiones que de niña había albergado
con él vivirlas elegí y, realmente, de él las podía esperar
pero fue tanto mi sentir que el final llegó ,¡nuca lo habría imaginado!
A ese dolor de amor no me quise encadenar
y en mi continuar amando, seguí volando,
soñando, riendo, escribiendo, sintiendo y de amor fantaseando.
Un hombre de pecho fornido la Maternidad me fue a dar.
Mas, inmersa en esa felicidad, con dicotomía vivía sufriendo
presa de la garra del maltrato, las alas que él quería destrozar.
Al son de una melodía desperté al fin un día, ¡me hizo alzar!
los gritos de odio me impulsaron a de su lado volar,
mi pequeño no viviría así, no era así como lo había soñado
y así, con amor, soledad y paz educar para liberar
y en soledad acompañada criar para únicamente amar.
ANA NAYRA G.N.
En mi caminar, con los hombres que me he cruzado
te quiero aquí contar:
Con un bohemio soñador, músico por el Sol amado
de libertad y amor me colmó, despierta me hizo soñar
y en mi adolescencia el amor temprano me fue a abrazar
¡¡llena de tanta libertad, por el mundo viajar!!
Todas las ilusiones que de niña había albergado
con él vivirlas elegí y, realmente, de él las podía esperar
pero fue tanto mi sentir que el final llegó ,¡nuca lo habría imaginado!
A ese dolor de amor no me quise encadenar
y en mi continuar amando, seguí volando,
soñando, riendo, escribiendo, sintiendo y de amor fantaseando.
Un hombre de pecho fornido la Maternidad me fue a dar.
Mas, inmersa en esa felicidad, con dicotomía vivía sufriendo
presa de la garra del maltrato, las alas que él quería destrozar.
Al son de una melodía desperté al fin un día, ¡me hizo alzar!
los gritos de odio me impulsaron a de su lado volar,
mi pequeño no viviría así, no era así como lo había soñado
y así, con amor, soledad y paz educar para liberar
y en soledad acompañada criar para únicamente amar.
ANA NAYRA G.N.
El único abrazo que tuve de mi madre, fue el que no quizo darme. No olvido cuando era súper pequeño y quize un abrazo de mi madre. Sentí su rechazo. No la culpo, porque algún motivo había. Su cultura, su sufrimiento o cualquier historia explicable. Pero eso hizo, que muchos quieran abrazarme y son pocos los que lo hacen. Los abrazos son cargas de energía y desde aquí, envío un abrazo a la autora, porque creo que también tuvo mi mismo problema. Tal vez nó y la felicito.
ResponderEliminarPor tu empatía conmigo, así firmes anónimo, ya sé quién eres.
ResponderEliminarYo también te envío un abrazo enorme!!
Pero el tuyo mal caminar acaba ya . Mis bendiciones por ti y por tu hijo. Espero encontrarla pronto.
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