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domingo, 26 de noviembre de 2017

UN GAUCHO DE ALMERÍA EN EL PUENTE DEL INCA, reseña

 A mis manos llegó hace poco un regalo muy preciado para mí: La primera obra del escritor español Pedro Antonio Soler Martínez titulada UN GAUCHO DE ALMERÍA EN EL PUNTE DEL INCA.




 No he tardado mucho tiempo en leerla y, dejando a un lado la amistad tan bella que ha surgido con su autor, un ser humano formidable lleno de valores y amante hasta el delirio de su esposa, sus hijos y su Almería natal , he de dejar en este mi blog una reseña a tan loable obra de la literatura española actual.

 Para empezar, las primeras páginas me retrotrajeron a cuando era niña y leí por primera vez la obra de El lazarillo de Tormes (de quien hasta hace poco se decía que era de autor desconocido pero según últimos estudios se señala su autoría a un poeta granadino llamado Diego Hurtado de Mendoza). La prosa de D. Pedro es tan cuidada y perfecta con el lenguaje castellano de finales del S.XIX, sus descripciones son tan precisas que hasta puedes sentir en el paladar los sabores que describe (con las migas, el remojón, las tajás,...).

 Me sorprendió muchísimo encontrar paralelismos fonéticos aunque con distintas acepciones del vocabulario canario y el almeriense (guita- aunque en Canarias significa dinero, no cuerda como en Almería-, chacho - que en Canarias también tiene connotación distinta a la almeriense pues en mi tierra es sinónimo de muchacho y en Almería es de tío-).

 La novela acontece en el periplo temporal que va desde finales del S.XIX hasta los primeros años del S.XX y está contextualizada entre las tierras de campo de Almería, Argentina y Chile.

 Refleja con total nitidez la dureza de la vida de la gente del campo y por momentos sentí estar viendo,a través de la imaginación que la lectura desarolla, la que podía haber sido la vida de cualquiera de mis abuelos, campesinos. En especial de mis abuelos paternos, también viticultores de la Villa Histórica de Santiago del Teide. Para más incidencia en la empatía con el personaje principal de esta novela, mis abuelos (tanto paternos como maternos) también fueron emigrantes a Sudamérica (aunque en el caso de Canarias en vez de a Argentina se hizo a Venezuela y Cuba).


 Retomando el hijo argumental de este post, que no es otro que la reseña a la novela de mi amigo, huelga decir que leyendo el libro se apoderaron de mí unos deseos incontrolables de viajar a Almería y conocer in situ los pueblos que se describen en el libro. Por tanto, excelente embajador de su tierra es mi amigo.

 Yo soy una amante del campo y del frío. Por lo que estoy segura de que me quedaré enamorada de Oria.

En el libro se retrata un amor de la infancia. ¡Ay, el primer amor! Ese que nos marca para siempre. Pedro y Nuray, sus protagonistas, se enamoran cuando tienen 11 años. En Nuray encontré un personaje plagado de matices culturales: hispano-argentina de origen turco. ¡Y qué bonito el nombre de Nuray! Pareciera un nombre guanche, de los indígenas de Tenerife, por su sonido. Pero es un nombre turco, muy común en Azerbaijan y que significa Luna Brillante (fuente de significado del nombre: www.todopapas.com).

 Además, aparece también otro personaje con riqueza intercultural como es Samir, el mejor amigo de Pedro en la infancia, hijo de inmigrantes árabes.

 El libro tiene 512 páginas pero te atrapa tanto, ¡de una manera tan posesiva! Que no haces sino pensar en ella, te llena de su esencia y no puedes hacer otra cosa que rendirte a ella y leerla sin pausa hasta acabarla. No desearás otra cosa que leerla y saber qué pasa con Pedro y Nuray. Y cuando esto te pasa con el primer libro de un autor estás condenado/a a querer leerte todos y cada uno de los libros que publique. Yo ya estoy deseando leerme la segunda parte de esta novela que tanto ha saciado mi apetito por conocimientos de antropología socio-cultural. 

 Así que Pedro, por favor, ¡continúa escribiendo amigo mío! Estoy enamorada de tu prosa y tu bella escritura. ¡Hazme viajar de nuevo a través de la palabra escrita a esos tus mundos llenos de sabiduría, filantropía, naturalidad y magia literaria! 

Te has convertido en mi escritor español favorito (¡y mira que devoro libros semanalmente!). 

 Algo que les gustará mucho a los amantes de lectura romántica es que en partes de la novela hay intercambio de cartas (un amor a la distancia). Secuencias que adoro en una novela que se digne de llamarse romántica. 

 El protagonista ama y venera la Naturaleza y a los animales, esto hizo que me sintiera muy identificada con él. Pedro, ¡el hombre pilcho!, es un caballero de los pies a la cabeza, un hombre de honor y lealtad que respesta a todo ser vivo y ama el vino y el buen comer tanto como yo. En relación a la comida, a lo largo de toda la novela van apareciendo platos típicos de cada región. Así, tenemos las migas, el remojón, las tajás, la fritada de pimiento y tomate con conejo frito de Almería, tanto como los mantecados (que en Canarias llamamos polvorones), alfajores,..., hechos artesanalmente como herencia de la cultura árabe que durante 7 siglos vivió en España conformando el Al Andalus.

 Aprendí con esta novela quiénes eran los gauchos de Argentina (de quienes se puede decir, sin generalizar, que eran el resultado de la mezcla entre emigrantes de distintas lenguas y mujeres indígenas), quiénes son los picunches (quechuas de la Argentina), los aimaras (ya conocía de ellos pues tuve una amiga boliviana que lo era, aunque no sabía que también estaban por Argentina). Yo creía que los únicos indígenas de Argentina eran los mapuches y me sorprendió descubrir que no eran los únicos. (¡Ay, cuánto me queda por leer y aprender!). También aprendí mucho vocabulario argentino (cable - telegrama-,..)

 En la página 322 lloré muchísimo pero no voy a delatar el porqué. El lector /la lectora ha de hacerse con este libro y leerlo pues gozará sobremanera con su lectura. ¡Hay tanta historia de España y de Argentina en ella! ¡Contiene una historia de amor real, tan bella y pura! 

 En la página 343 hay una leyenda quechua del Puente del Inca, (y quienes me conocen ya saben cuánto me gusta que me cuenten leyendas indígenas). 

 Toda la novela está documentada con fotos ¡reliquias históricas! 

 También aprendí uno de los principales platos de la gastronomía chilena: la paila marina, que hasta da la receta en el libro. 

 Entrada ya en la tercera y  última parte del libro aprendí lo que es una chacra y me sorprendí con el giro a novela negra que tomó la historia. ¡¡ES ALUCINANTE!! 

 Lloras, ríes, te emocionas, ¡¡vibras!! 

 ¡¡FELICIDADES PEDRO!! Estoy deseando tener en mis manos la segunda parte de esta bella novela que has escrito con todo tu corazón y sabiduría. 

 ¡¡GRACIAS POR DEJARNOS EN ESPAÑA EL LEGADO DE ESTA OBRA!!

 ¡¡GRACIAS POR ESCRIBIR TAN BIEN!!

 Ana Nayra Gorrín Navarro. 
Domingo, 26 de noviembre de 2017.


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