No te sientas
imprescindible ni acomodado/a definitivamente en un lugar, una relación, un
trabajo, una casa, un entorno.
Nunca eches
raíces pues somos espíritus y como tales estamos sólo de paso en esta vida que
es tan sólo una dimensión de aprendizaje. No sabes si mañana despertarás o no.
Si lo haces, que tu primer pensamiento sea: “Gracias Dios por permitirme tener un día
más de vida, te dedico todo lo bueno que haga en este día. Dame fuerza para ser
bueno/a y útil a los demás”, ¡porque se precisa mucha fuerza interior
para ser bueno/a siempre, para mantener la calma y no dejarse llevar por la
ira, la abulia, los celos, la desidia, el odio, la venganza, la envidia! Todas
esas emociones y sentimientos negativos que nos rodean y que apreciamos en
nuestro día a día. Se precisa mucha fortaleza de espíritu para que toda esa
negatividad no te termine por afectar.
Foto de la película "La vida secreta de Walter Mitty" |
No te acomodes,
no permitas jamás que pensamientos de vanidad se instalen en tu pecho. Nadie es
más que nadie ni menos que nadie. Sé amable siempre y que tu sonrisa sea tu
tarjeta de presentación más inmediata e imperecedera vayas donde vayas.
¡No te acomodes!
No pienses que ya has dado todo lo mejor de ti. ¡Siempre hay algo nuevo que
aprender! Un idioma nuevo, un arte nuevo, una ciencia nueva, un instrumento
musical nuevo, un deporte favorito nuevo por descubrir, un viaje soñado y al
fin realizado, una persona que te toca el alma con solo conocerla por primera
vez o tal vez alguien que te haga reflexionar con su nefasta actitud acerca de
la maldad del ser humano y lo necesario que es mantener la compostura y obrar
con inteligencia emocional ante estas personas. Porque tal vez con tan sólo
preguntarnos ¿qué habrá pasado en la vida de esta persona para ser así?,
podamos entenderla y hasta concluir que: Yo en su lugar, hubiera sido peor que
él/ella.
¡No te acomodes!
Da siempre lo mejor de ti, aún cansado/a, sin tregua. No vivas pendiente de la
aprobación continua de quienes te rodean, que la única opinión que te importe sea la más severa de todas: la tuya, la de tu voz interior que tantas veces se
convierte en nuestras vidas en boicoteadora de nuestros proyectos. Cada noche
antes de dormir piensa: ¿Estoy orgulloso/a de mis acciones en todos los ámbitos
de mi vida? Si dudas en la respuesta en algunos ámbitos, ¡ponte a trabajar en
ello! Tenemos todo el tiempo del que disponemos para hacerlo. Sin pausa pero
sin prisa, ¡trabaja duro!
Mira los
pájaros, qué felices amanecen cada mañana, ¡son tan pequeños! Y aún así, Dios
se encarga de abastecerles en sus necesidades. Tú no eres menos que los pájaros
ni que cualquier Criatura del Universo. ¡Amanece cada mañana con la misma
ilusión que lo hacen los mirlos y los pájaros! Entrega con amor infinito lo
mejor de ti en cada jornada y a quienes te rodean. Sé compasivo/a, asertivo/a,
trabaja con empatía y mindfulness (conciencia plena del momento, depositando todos
tus sentidos en lo que estás haciendo) al momento presente e implícate con todo
en tu entorno pero sin sentirte acomodado en él pues si lo haces, dejarás de
ser competitivo/a contigo/a mismo/a. Ponte retos de auto-superación personal
siempre.
¡No te conformes ni te acomodes!
En Los Gigantes, Tenerife, a martes 5 de marzo de 2019.
Ana Nayra Gorrín Navarro.
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