Leyendo este libro, mi segunda lectura de mayo, me he dado cuenta de que un/a escritor/a escribe como le gusta leer. Ya entenderán al término de la lectura de este post por qué pienso esto.
El argumento de este libro es el eje central que abordé en mi segunda novela “Benazir”; el conflicto intercultural que viven en España muchos/as jóvenes con padres marroquíes, especialmente las mujeres, la lucha diaria a la que se enfrentan quienes quieren vivir como europeas siendo de una cultura musulmana. Algo que desde fuera vemos tan trivial y que le costó la vida, por ejemplo, a la joven argelina de 31 años disparada y quemada viva por su ex marido, también argelino y de 44 años, con quien tenía tres hijos y de quien se había separado recientemente, ya que ella quería integrarse en la sociedad francesa, trabajar y ser una mujer europea más y él no se lo quería permitir. Les dejo link aquí a la noticia Crimen machista en Francia: dispara a su mujer en las piernas y la quema viva (elperiodico.com)
Najat ganó el Premio Nadal 2021 por esta novela escrita a modo de carta infinita a su mejor amiga, usando reiteradamente el tiempo verbal indicativo pretérito perfecto (trajiste, me esperaste, viste,…) y con ausencia total de diálogos entre personajes, usa el recurso de la interpelación al lector/a la lectora para hacerte pensar, pero no hay vida alguna entre los personajes más allá de los recuerdos de la narradora de quien hasta las páginas finales no sabemos ni su nombre (mensaje atroz pues en la cultura musulmana ¿qué importancia tiene la mujer y su nombre?).
Pese a ello, poca gente conoce que la autora ya era escritora con cinco libros publicados y muchos ensayos, la mayoría en catalán pues Najat vino a España junto a sus padres desde Marruecos siendo niña (desde su Nador natal), estudió en la Universidad de Barcelona la carrera de Filología árabe gracias a una beca de estudio para inmigrantes. Sus obras publicadas previas al Premio Nadal fueron: 1) “El último patriarca” (año 2008) basado en sus estudios de tesis doctoral por el que obtuvo mención honorífica en la Universidad de Barcelona, 2) “La cazadora de cuerpos” (año 2011), 3) “La hija extranjera” (año 2015), 4) “Madre de leche y miel” (año 2018), y 5) “Siempre han hablado por nosotras” (año 2019). (Fuente: Wikipedia)
El hecho de la carencia de diálogos (he de ser sincera) me desilusionó bastante pues me cansaba de seguir la trama a todas luces lineal. Yo amo los giros inesperados, los diálogos entre personajes a través de los que deduces su modo de ser y hasta te los imaginas físicamente, también me faltaron más descripciones. Sí, soy de esas lectoras a las que les fascina que les describan hasta el olor del café recién hecho por las mañanas o el exquisito sabor de los dulces árabes para sentirme en medio de la escena descrita. No obstante, el mensaje de su novela es tan necesario que no puedo más que alabarla y entender que ganara el Premio Nadal 2021. Además, me sentí reflejada en muchos aspectos como en su relación paterno-filial, materno-filial y su tormentoso matrimonio con el chico marroquí. Dejo a voluntad del lector averiguar cómo Naíma, así se llama la protagonista de “El lunes nos querrán”, descubra cómo se logró zafar del yugo opresor tanto como el porqué del título.
En líneas generales, es un buen libro con un necesario mensaje y a mujeres árabes feministas y valientes como Najat hay que darles voz y eco en nuestra sociedad y en todas las sociedades democráticas, sean europeas o no.
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