COHERENCIA VITAL
Si supieras que mañana vas a morir; ¿estarías satisfecho/a con lo que has hecho en esta vida?
Yo puedo decir que sí. Tengo 44 años, considero que aún me quedan muchísimas cosas por hacer, pero lo más gordo que quería hacer en esta vida: ¡¡Ya lo he hecho!!
Quería tener un hijo, ante todo deseaba ser madre joven. Y Dios me agració con esa dicha. Tengo un hijo maravilloso que ya hoy en día es un hombre adulto, muy joven, pero ya grande. Y sé que es una buena persona y un ser humano de bien. He cumplido con la Naturaleza y con mi país, asegurando que la vida continuará y que en este mundo dejo a una persona de bien formada por mí.
Quise vivir mi maternidad al cien por cien y por eso desde que nació mi hijo (2005) hasta el año 2017 trabajé a media jornada, para poder cuidar yo misma a mi hijo y no tener que delegar esto en otras personas. Pasé toda la infancia de mi hijo al cien por cien junto a él. Solamente nos separaban sus horas de colegio que yo dedicaba a trabajar. En las vacaciones estivales sí que tenía que apuntarle a campamentos de verano, pero tanto él como yo lo pasamos bien. Las tardes de parques al sol y todo el tiempo que pasamos juntos siempre quedarán en nuestras mentes como un anclaje mental positivo eterno. Estoy muy satisfecha y orgullosa de haber decidido sacrificar mi vida laboral de aquellos años en pro de mi maternidad. Después de 2017, cuando ya mi hijo entró en la adolescencia, sí que empecé a trabajar a jornada completa. Y agradeceré siempre a mi empresa que me permitiera trabajar a media jornada (aunque yo cumplía con el trabajo de una persona a jornada completa), para poder sacar adelante mi familia monoparental (no por decisión propia, sino por ser supervivientes de la violencia machista).
Quería dejar un legado imperecedero a mi hijo, nada que ver con lo económico (aunque los derechos de regalías son de él cuando yo muera), deseaba dejarle un legado del aprendizaje que yo percibí en mi paso por este mundo. Y lo he hecho: mis cinco novelas publicadas (hasta la fecha) que, a su vez, son testimonio cultural en mi municipio natal: mis huellas literarias.
Quería estudiar una profesión y dedicarme a ella. Cuando decidí que no sería abogada y que no quería acabar el último año de Derecho (que cursaba en la Universidad de La Laguna) en 2005 cuando me quedé embarazada, empecé a prepararme para la gestión administrativa y a esto me dedico hoy en día. Y así fue como estudié (en los años 2006-2008) Técnico Contable por el Centro de Estudios Financieros de Madrid. Posteriormente, en 2009-2010 el Ciclo Superior en Gestión de Recursos Humanos, Prevención de Riesgos Laborales y Gestión Empresarial por la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). Luego, cuando en 2011 por mi situación personal creí que debía emigrar de España, me saqué el Secretariado Jurídico por el Instituto Superior de Economía y Derecho, que me convalidaron como Paralegal británico en el momento en que me saqué la titulación de inglés B2 por el consulado británico, con la preparación de Oxford University a distancia y haciendo los exámenes finales en Santa Cruz en la Universidad Internacional. Aunque finalmente no tuve necesidad de abandonar España y refugiarme en UK como tenía previsto.
No obstante, no he parado jamás de seguir formándome. Hoy en día también cuento con la titulación de francés nivel B2_2 por la Alianza Francesa de Toulouse. Un ciclo superior en Dirección y gestión de PYMES y varias titulaciones más relacionadas con la administración contable y laboral de empresas.
Hoy en día, estudio francés nivel C1 y Antropología Social y Cultural por la UNED.
Quería, de alguna manera, dar un ejemplo con mi vida a la gente de mi entorno. Y con mi vida privada y profesional lo he hecho. Me he levantado cada día de mi vida con ilusión y ganas de dar lo mejor de mí misma en mi trabajo y en mi entorno. Me he mantenido alejada de ambientes tóxicos, me he mantenido siempre limpia y libre de drogas y adicciones a sustancias psicotrópicas, alcohol … He luchado activamente contra el machismo, contra la violencia de género, contra el racismo, contra las desigualdades, contra las injusticias. Cada mes pago escrupulosamente mis cuotas a asociaciones y fundaciones que ayudan a los demás, persiguiendo el bien común (Amnistía Internacional, GreenPeace y la Fundación Ana Bella de supervivientes de la violencia machista). Aplicando siempre el lema: Actúa localmente para cambiar el mundo globalmente. Y teniendo siempre en mente que hay alguien que sigue mis pasos. Y para quien quiero ser siempre una referencia positiva.
“No tengo un duro”, con mi nómina cubro solamente gastos mensuales de mi hijo y míos - pago un alquiler simbólico para la casa familiar en la que vivo y cubro gastos mensuales, pero no tengo casa en propiedad -, no tengo lujos, tengo un coche sencillo que no consume mucha gasolina y que no contamina mucho, un Toyota Yaris, jamás visto de marcas (quienes me conocen saben que todo o casi todo lo adquiero en SHEIN, jajá) y vivo al día. Me permito algunas salidas culturales: cine, obras de teatro, conciertos, o alguna cena con los/las amigos/as del pueblo. No obstante, mido mucho mi gasto mensual para no derrochar. Y les juro que mes a mes intento ahorrar, pero con los tiempos que corren es casi imposible hacerse con un colchón financiero para imprevistos. Antes me era mucho más sencillo. Ahora cuento con el ingreso extra de las regalías de mis libros, pero es solamente una vez al año y con esto es que puedo permitirme darme mis viajecitos en solitario, ¡que tanto necesito! Porque adoro viajar y conocer otros lugares y pueblos.
En resumidas cuentas: esta noche cuando ponga mi cabeza sobre la almohada y duerma, lo haré, como cada noche, con la conciencia y el corazón tranquilos de que, si no despertara al día siguiente, habré hecho todo lo que quería hacer en esta vida. De que he sido coherente entre lo que pienso, siento y hago. Y que mi vida ha sido coherente de principio a final.
En Los Gigantes, a viernes 26 de enero de 2024.
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