ABYA YALA

En reservas, pero sólo llamados americanos cuando de formar filas de guerra se trata. Convertidos en veteranos de conflictos armados: Vietnam, Irak,... Cuando regresaron, los que en cuerpo presente pudieron volver, jamás fueron los mismos. Almas y corazones aniquilados por la violencia forzada tras el "comecoco" de la que se supone es superpotencia mundial ( escúchese la canción de Robert Mirabal "Theo´s Dream ).

Sólo para los impuestos y las guerras se acuerdan de ellos. Mal llamados "pieles rojas", mal llamados "indios". Los nativos americanos han de ver en el siglo veintiuno su honor ya venerado. El Derecho Internacional se los debe. El principio de "Justicia Universal" que proclamaran tantos filósofos "iusnaturalistas" ha de impregnarse de veracidad en tal manifestación de la verdad de sus pueblos, de sus gentes, de la América auténtica ancestral. La de los genuinos americanos de ABYA YALA (como la mayor parte de nativos americanos de la precolonización denominaban el continente americano).

Vivir en reservas en las que son por "IUS SOLIS" sus naciones (en terminología jurídica este latinismo - "IUS SOLIS"- es un aforismo que determina el derecho de pertenencia de la tierra por el hecho de haber nacido en ella) y por "IUS SANGUINIS" (el derecho de ser de una tierra por haberlo sido tus ancestros remotos desde la primera generación que hubiera), vivir en territorios acotados, en sus propias tierras, en sus propias naciones nativoamericanas. Vivir en reservas si quieren preservar su sistema de vida, su idiosincracia nativa vinculada siempre a la Espiritualidad,al diálogo constante con El Gran Creador, Dios, al respeto absoluto, y dicho sea de paso por mí jamás observado en ningún otro grupo étnico del mundo, respeto sepulcral a cualquier Ser de la Creación, a vivir en plena armonía con la Naturaleza. Cuyo cuidado ha sido, es y ahora más que nunca será el único valor seguro en un mercado de valores vitales. Siempre nos da beneficio ir al compás de la Naturaleza y no en contra de ella. Y esto los pueblos nativos americanos siempre lo han sabido, no han tenido necesidad alguna de destruir ni contaminar nuestra Tierra para darse cuenta de la importancia de su cuidado y veneración.

Si con los oídos y los ojos del corazón escucháramos y viéramos, todos los seres humanos de este Nuestro Planeta nos uniríamos en el centro de un gran círculo mundial enmarcado solamente por el amor y el respeto mutuo, por la paz y la prosperidad verdadera, los auténticos valores de la que ha de ser la única globalización posible: la paz y el bienestar mundial.

En Los Gigantes, a lunes 7 de septiembre de 2009.
ANA NAYRA GORRÍN NAVARRO.
(ANAYRA)