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sábado, 16 de febrero de 2019

Pero la culpa es mía por permitir que me afecte

- ¡No, es que tú ya tienes edad de casarte y de rehacer tu vida no de empezar desde cero una carrera universitaria!



Estupor y temblores me causó esta sentencia a muerte, desde mi punto de vista. ¿Casarme y rehacer mi vida son la misma cosa? Ya yo he rehecho mi vida desde el 12 de abril de 2008 que me separé legalmente y empecé a caminar como madre soltera, sola. Desde ese día he empezado a vivir mi vida con el contador desde cero. Fue un renacer en mi vida. Me tenían sentenciada a muerte y como Ave Fénix resurgí de mis cenizas. Pero eso jamás lo verán. Ellos siempre ven sólo el fracaso de mi primer matrimonio de facto. Me condenaron a cadena perpetua y etiquetaron eternamente por ese acontecer en mi vida que ni siquiera tildo de error pues era mi sino pasar por lo que pasé para ser quien soy hoy en día: Una feliz madre soltera con eternas ganas de luchar y salir adelante sola con su hijo. Que antepone la felicidad de su hijo a la suya propia (¡por eso estoy donde estoy!). Pero, como digo en el título de este post, "la culpa es mía, por permitir que me afecte, mía y solo mía". 



No lo entiendo...

¿Por qué? ¿Por el hecho tal vez de ser mujer? ¿Porque ya voy a cumplir 40 años en marzo? El caso es que no tengo el apoyo moral de quienes más me importan para este proyecto en el que me he sumergido en mis tardes de entresemana al salir del trabajo y los fines de semana que libro desde septiembre del año 2018: ¡estudiar un grado universitario online desde cero! Colgando definitivamente la toga ficticia de Derecho pues, pese al conocimiento que adquirí por haber llegado hasta 4º curso de la Licenciatura antigua, ya no me siento motivada para culminar esos estudios en Derecho. No obstante, lo que aprendí me ha servido de mucho en mi vida profesional y personal. Por ejemplo, 1) con los exámenes orales aprendí a hablar en público, sintetizando información para acotarla a un tiempo determinado de exposición oral, 2) aprendí a redactar fluidamente, 3) adquirí amplio conocimiento del castellano y un vocabulario muy extenso, 4) aprendí a redactar cartas, informes, órdenes de servicio, circulares, ...., de manera correcta (D. Carlos de la Concha Berguillos - Catedrático de Derecho Administrativo- ¡esto se lo debo a usted!) y un largo etcétera. 




 Encima me he metido en un grado para hacer puente con otro (¡yo sé lo que me digo!) porque me interesa adquirir los conocimientos en el orden exacto en que lo voy a hacer. No todo es un título en esta vida. Puede que existamos personas filántropas, bohemias y "outsiders" que usan el sistema educativo actual para nutrirse de un conocimiento que luego van a usar en sus vidas profesionales (en mi profesión se trabaja también con personas no sólo con números y adquiriré unos conocimientos que podré usar en mi entorno de trabajo) y personales (en mi caso particular para enriquecer mis libros y novelas). Así que, con apoyo o no, ¡¡lo voy a hacer!! 




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