Tal día como hoy del año 2005 traje al mundo a mi hijo. Desde el momento mismo en que escuché su corazoncito latir en la primera ecografía, a las pocas semanas de embarazo, supe que sería por siempre el gran amor de mi vida. También tenía la certeza, desde esa primera ecografía (y mucho antes por un sueño) de que sería un varón de piel dorada y ojos morenos. ¡Ya le había visto en mis sueños antes de que naciera!
Habló muy pronto, con cinco meses su primera palabra fue "Ma" y luego ¡AGUA! Le dejé un momentito sentado en su mantita de gatear en el suelo, a la vez que le decía que tenía sed y que iba a beber agua (yo le hablaba mucho, desde que estaba en mi vientre). Él me miró como si hubiera descubierto algo, mientras me contemplaba beber el vaso de agua y, de repente, soltó un "AGUA" súper clarito. Yo no daba crédito y grité: <<Nayaaaar, acabas de decir agua>>. La emoción me embriagaba. Sin embargo, él dio un brinco del susto que le pegué con mi grito y me miró como afirmando mentalmente que su madre estaba loca. Luego, lo conté en la casa de mis padres y hermanos y nadie me creyó. Hasta que les pidió agua, unos días después en su casa 😂 Y se armó otro alboroto (le imagino pensando: ¡Hay que ver, el chocho que monta esta gente por nada! 🤔).
Su siguiente palabra fue PELOTA. Y de ahí ya cogió carrerilla en los siguientes meses, en su peculiar idioma que resumía todo (sus tíos Omar y Bruno eran "Oma" y "oto Oma"😂), sus abuelos eran los dos "Abu", nuestra perrita Névar era "Évar" , galletitas eran "kikas" (en este vídeo se escucha como me dice "dame las kikas" y se va a la cocina a buscarlas 😂), cuando le preguntaban su nombre les decía "Yayar" y así un largo etcétera... Yo le entendía a la perfección y teníamos largas conversaciones. Creo que el hecho de que durante el embarazo le leyera mis apuntes de Derecho en voz alta tuvo mucho que ver en la hiperestimulación del habla.
Por las noches, cuando se suponía que yo debía contarle cuentos para dormir, me los contaba él a mí. No paraba de hablar antes de caer rendido en brazos de Morfeo. Era como si su cerebro 🧠 lo necesitara para dormirse. Yo, a veces, me dejaba dormir antes que él, escuchándole de fondo dando largos discursos de político veterano. Solamente me dejaba hablar a mí cuando yo me inventaba sobre la marcha los cuentos, se partía de risa 🤣 con mis historias improvisadas. Luego él quería contar otro cuento inventado al momento y así en bucle hasta caer dormidos los dos.
Hijo, hoy celebramos tus 19 años y puedo decir con orgullo que eres un joven maravilloso, con una sonrisa preciosa, con valores, proyectos y enfocado en tus metas. A Dios le pido que te dé una vida larga y feliz, que siempre sepas elegir bien tus compañías, que te encuentres por el camino gente buena y tengas salud y dichas a borbotones.
¡Feliz cumpleaños, hijo mío! Que Dios te bendiga y proteja siempre allá donde estés y vayas.
PD: Este año me compinché con tus amigos para hacerte un cumpleaños sorpresa. Perdonen si alguno se me quedó en el tintero. No tenía los teléfonos de todos. E infinitas gracias a quienes me ayudaron hoy. Un abrazo inmenso.
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