BROKE THE RULES!

 Sábado, día frío. Desayuno tardío (ahora mismo desayuno junto a mi hijo un jugo de naranja, tostadas de mermelada, café y yo también una de esas pastillas que empecé a tomar para preparar la piel para el bronceado del verano - tan blanca como soy preciso tomar complementos vitamínicos unos meses antes para no quemarme ni arrugarme mucho bajo el sol-), noche sin horas de sueño.

 ¡Noche de acción!

 Broke the rules! es mi lema de algunos fines de semana, como éste.

 Fuera las rutinas y calentando motores para los Carnavales. ¡Este año me apetecen tanto!

 Corazón sin ataduras a pareja alguna. Necesidad de amigos/as y salidas grupales.  Perderse en la noche, mezclarse con los turistas, conocer gente nueva. Balbucear un idioma en el que se perfila un comienzo (el francés). Reforzar el inglés. Y... ¡bailar, bailar, bailar toda la noche!
Abrirse a conocer gente nueva. La vie es belle!

 Será mi signo zodiacal, será que soy cabra en el zodíaco chino (como dice un amigo de Los Gigantes). Pero necesito cambios y emociones nuevas constantemente. Desafíos y retos. Si no, me aburro y no doy lo mejor de mí misma. Me bloqueo, me anulo, me obstruyo mentalmente: Me emboto.

 ¡Romper las rutinas! Ésas mismas que necesito entre semana para criar a mi hijo en paz, pero que a la larga me van matando poco a poco. Como decía Paulo Coelho: SI PIENSAS QUE LA AVENTURA ES PELIGROSA, PRUEBA LA RUTINA: ¡ES MORTAL!

 Sin a penas haber dormido. Me adentro en un sábado intenso. Once y cinco de la mañana, mi parte de la casa limpia y tareas domésticas hechas. Ahora a hacer pasta con nata y frutos secos, jugar un poco con el perro para ejercitarlo, cepillarle el pelo y dejarlo tranquilo para por la tarde salir por ahí con mi hijo. ¿Plan? No lo sé. Me meto en carretera e improvisaré, aunque el tiempo no acompañe hoy, ¡algo se nos ocurrirá!

 Si tuviera una autocaravana podría sacarle más jugo a los fines de semana. ¡TODO LLEGARÁ, SI DIOS QUIERE! Step by step I´ll do it by myself!

 ¡Feliz sábado!