Y me enamoré de Arafo
De su laurisilva húmeda, del macaronésico monteverde canario.
Con su norte de profundos barrancos y su pinar canario al sur orientado.
Del barranco de Añavingo: sus malpicas, maljuradas, cabezotes, bicácaros y tomillos.
Con mis enamorados ojos: volé de arbusto a arbusto cual mariposa, posándome en jaguarzos.
Abracé los troncos de pinos canarios, aceviños, madroños, laureles y brezos.
Visualicé a mis ancestros haciendo el salto del pastor por sus riscos escarpados.
Me emocioné cuando, por los senderos de sus bosques, escuché al cantor canario,
mientras un gavilán libre nos contemplaba astuto desde el cerúleo cielo.
Al caer la noche, escuché los consejos de los sabios búhos chicos.
Y ya despuntado bien el sol, desayuné al lado de un simpático lagarto tizón.
Mi corazón enamorado volverá a ti siempre, mi adorado Valle de Arafo.
Ana Nayra Gorrín Navarro. En Santiago del Teide, a miércoles 8 de noviembre de 2023.
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