¡Buenos días!
Anoche me dejé dormir viendo ‘¡Qué bello es vivir!’ en Filmin. Con la tableta sujeta a su funda y puesta sobre una almohada encima de mi tripa para ver cómodamente la película en la cama hasta que… ¡Plof, Morfeo me llevó consigo y solo atiné a depositarla sobre la mesa de noche para seguir durmiendo! Eran solo las diez de la noche, pero caí rendida como si fueran las tantas de la madrugada. Y hasta las nueve que desperté. ¡Estoy durmiendo un montón! Imagino que por la COVID.
Hoy me desperté, me duché, me tomé mi cafelito con dos donuts y las medicinas (reitero ¡gracias Madre por ponerme la comida en la puerta de mi habitación!), limpié y desinfecté bien el baño, el cuarto y el balcón y me he pegado toda la mañana (ahora son las 13:06) estudiando francés y respondiendo mensajes en redes sociales y WhatsApp de gente linda que se preocupa por mí, ¡¡GRACIAS!!
Desde las diez de la mañana el aroma del cabrito que cocina mi madre recorre toda mi calle y ya tengo ganas de degustarlo. ¡No he perdido ni el apetito, ni el olfato ni sentido del gusto! Anoche cenamos una fastuosa cena hecha por Trini que disfruté muchísimo: crema de mariscos de primero, de segundo papas fritas con solomillo, verduritas asadas y dos salsas, una de miel y otra de mango que estaban buenísimas y de postre turrones varios. Me saqué esta foto una horita antes de la cena pues aunque solita y encerrada en mi habitación, me puse guapa ya que lo que se festeja es el nacimiento de Jesús y yo creo en Él y por tanto celebro la ocasión como merece. No podemos olvidar que La Navidad celebra el nacimiento de Jesús y la llegada del amor y la esperanza al mundo.
Mi hijo y mi madre, a Dios gracias, siguen dando negativo y ellos lo vivieron también a su manera. Mi padre encerrado en su habitación (pues desde el miércoles dio también positivo) y yo por mi parte encerrada (como ya les dije) en el mío.
El tener balcón en mi cuarto, aunque no le llegue el sol, ayuda bastante pues me distraigo viendo el trasiego de la calle, la gente entrando y saliendo del supermercado que tenemos en frente y a la gente pasar.
Desde mi balcón también puedo ver la puerta de mi oficina, me inquieta mucho todo el trabajo acumulado que voy a tener cuando regrese (pues estoy sola en esa oficina), pero bueno…Mejor no pensar en ello para no menoscabar más mi sistema inmunitario.
¡Feliz Natividad del Señor! Mañana para los ingleses es ‘Boxing day’, un día importante en el que ellos normalmente llenan los bares del pueblo y se cogen borracheras de campeonato desde bien temprano. Me pregunto si este 26 de diciembre será como los de antaño, el año pasado fue muy tímido pues aunque ya no estábamos confinados mucha gente seguía en ERTE y la gente no tenía moral para estar en bares malgastando el dinero. Este año igualmente los bolsillos están resentidos pero, ante todo, tenemos la variante Ómicron cebándose con la población tinerfeña así que veremos si será un 26 de diciembre al uso o no. Yo de momento sigo confinada y aislada en mi habitación, donde he descubierto todo un mundo de cosas por hacer.
Hoy después de almorzar veré la peli que echan en Antena 3 y que vi hace tiempo en el cine por primera vez, ¡una de las mejores películas navideñas que he visto jamás! 'Last Christmas' con la mágica e insuperablemente tierna Emilia Clarke ('Yo antes de ti').
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