Inspirada en la historia real del
sepulcro que pretendía contener los restos de Diego Ponte del Castillo, marqués
de la Quinta Roja y masón, y que su madre Sebastiana del Castillo y Manrique de
Lara ordenó construir cuando la Iglesia denegó que se enterrara el cuerpo de su
hijo en campo santo, la autora escribe esta novela que da pie a muchas reflexiones
sobre el peso de la masonería en Canarias, acerca de la búsqueda de quiénes
fueron nuestros ancestros y del sentido de la vida que todos emprendemos tarde
o temprano.
Así, el joven Pablo emprende una indagación por conocer quién fue realmente su padre, el Marqués de la Quinta Roja. Ayudado por Matía, el jardinero que cuida el extraordinario parque que rodea el mausoleo, y su abuela, una mujer de sólidas convicciones y fuerte carácter que contribuyen a despejar dudas frente a las sombras que se empeñan por sembrar quienes no desean que se remueva el pasado.
Cecilia Domínguez Luis describe
esta transformación a través de tres grandes etapas que parecen un reflejo
de la vida masónica: Primero se es aprendiz, después compañero y,
finalmente, maestro al presentarnos a Pablo como un ser confuso en el que
brota la semilla de la inquietud (aprendiz); más tarde decidido
a emprender su laboriosa investigación (compañero) y concluir cuando
Pablo descubre y asume quién fue su padre y la reconciliación consigo
mismo y con los demás (maestro).
Pero…, ¿quiénes fueron los
masones y por qué tuvieron tanto peso en Canarias?
Hay un artículo en EL PAÍS muy ilustrativo
de esta “sociedad” secreta:
Como curiosidad, decir que leí
por internet un estudio, del que les dejo link por aquí, en el que se dice que
el templo masónico más bonito de Europa lo poseemos nosotros los tinerfeños y
está en Santa Cruz de Tenerife, en la calle de San Lucas, 35, Santa Cruz de
Tenerife. Además, es el único templo masónico de España que se mantiene en pie
desde su construcción.
file:///C:/Users/Usuario/Desktop/DOC20220321114044ANEXO+I+MEMORIA+HISTORICA+Y+SIMBOLICA+.pdf
En sí la asociación me llama la
atención, la masonería se describe en la RAE como:
<< Asociación
universalmente extendida, originariamente secreta, cuyos miembros forman una
hermandad iniciática y jerarquizada, organizada en logias, de ideología
racionalista y carácter filantrópico>>.
En la página 55 del libro podemos
leer:
<< (…) Hacían una fiesta
el día de San Juan. Y digo yo, cómo es que si no creen en nada pueden celebrar
a un santo. Y encima, según mi padre, allí podía haber moros, judíos, protestantes,
…, todos mezclados. Y hasta me aseguraba que había curas, (…)>>.
Los masones (que aún siguen
existiendo) tienen como lema el emblema de la revolución francesa, que se ha
convertido en la divisa de la nación gala: << Libertad, igualdad y
fraternidad>>. No obstante, en el hecho de que no dejen a las mujeres
entrar en él ya hay una contradicción muy grande, pues ni predican la libertad,
ni la fraternidad ni mucho menos la igualdad. ¡Qué pena! Ellos no saben lo que
se pierden.
En su momento fueron perseguidos
por la Iglesia católica, es por esto que, en un principio, el Marqués de la
Quinta Roja no pudo ser enterrado en campo santo como el resto de mortales
(aunque a lo largo de la lectura descubriremos que finalmente sí fue enterrado
en campo santo, gracias a la lucha encarnizada de su madre quien fue hasta el mismísimo
Vaticano a hablar con el Papa León XIII). También por esto la madre de Pablo
sintió siempre tanto estupor y rechazo a contarle a Pablo la verdadera historia
de su padre.
En líneas generales, el libro me
ha parecido entretenido, aunque desde mi punto de vista muy, muy lento y en muchas
partes carente de acción que me enganchara. El único gran misterio es desvelar
dónde fue enterrado finalmente el Marqués, por qué y cómo. Bueno, también está
la relación materno filial y el misterio de si la madre conseguirá finalmente
quitarse el velo de la dictadura católica. Es una lectura sosegada, de ritmo
lento y en la que, desde mi punto de vista, sobran muchas páginas que están
solo de relleno para que la novela supere las trescientas páginas.
Me gustó mucho la parte en que Pablo se va a Francia, como hiciera su padre, y cómo describe la autora las calles y hasta los aromas de cada rincón parisino. Es patente al importancia que tuvieron París y Londres en la masonería y se entiende por qué los integrantes de la Logia (así se llama cada una de las congregaciones, por denominarlas de alguna manera, en que se organizan los masones en cada territorio), pues bien, se entiende como digo que los integrantes de la Logia Teide fueran estudiosos que visitaran primero estas ciudades europeas y que a su vuelta, con la mente ya abierta, se organizaran y fundaran esta logia tan importante en Canarias y en Europa (página 167). También, se cuenta en la página 169 el caso Dreyfus y el impacto que tuvo en la sociedad francesa y semita del momento. A este respecto les dejo por aquí con este vídeo de Youtube.
También habla de la epidemia de
la peste, en página 336 ponen su origen (en Tenerife) en uno de los barcos que
atracaron en el puerto de Santa Cruz. Fueron muchos los muertos y es inevitable
hacer paralelismo con lo que vivimos con la Covid-19, salvando distancias
temporales. Así como de la gripe española, de la que morirá Andrea, la esposa
de Pablo.
Destacar también el uso del
léxico canario: zoquete, tarambana, gaveta, etcétera. Y lenguaje de la jerga masónica
como la muchas veces nombrada palabra ‘tenida’ que es como denominan a las
reuniones de trabajo de las logias.
¿Recomendaría su lectura? Sin duda,
por curiosidad intelectual, para conocer el mundo de la masonería y el peso que
tuvo en abrir muchas mentes cerradas por la dictadura del catolicismo más
castrante y del franquismo.
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